LA NOCHE ESTRELLADA: CAPITULO TERCERO
Análisis formal
La línea, transmite una gran carga expresiva. Presenta variaciones, se enfatiza o modula. Se engrosa acentuando la direccionalidad y el sentido rítmico, sugiriendo planos o volúmenes.
Las líneas son predominantemente curvas. Expresan un movimiento ondulante, marcando recorridos visuales, algunos más importantes que otros, como los que recorren el cielo , o las líneas sinuosas del ciprés del primer plano, y que se convierten en ejes direccionales.
Las únicas líneas rectas son las de los tejados de las casas. Los contornos de las casas del pueblo, están marcadas con gruesos trazos de tonos oscuros, igual que las montañas, que recuerdan la técnica del cloisonnismo ( poner en contraste violento zonas de colores puros separadas con líneas muy acusadas causando un efecto que recuerda las vidrieras medievales empleada por Gauguin y Bernard.
Así, él mismo dijo:” Quisiera llegar a poner los colores como en los vitrales, y un dibujo de líneas fuertes”.
El color
“ Para expresar la forma, me parece que se logra mejor con un colorido casi monocromo en el cual los tonos difieren principalmente en intensidad y valor…Pero es importante estudiar cada color en sí mismo, en función de sus oposiciones, antes de que se pueda estar completamente seguro de que quedarán armoniosos.”
El color no se corresponde con la realidad, si no con las emociones. El equilibrio de color afectará directamente a las sensaciones y las connotaciones de los colores predominantes, que desequilibran o tensan la imagen, producen en quien las contempla.
“ Ocurre que no es un color localmente verdadero desde el engañoso punto de vista realista si no un color sugestivo de una emoción de cualquiera de ardor de temperamento”( 8 de septiembre de 1888).
Expresa los efectos de la naturaleza mediante la luz y el color.
Predominan los colores azul y amarillo en una sugerente gama que va desde las tonalidades más oscuras a las más claras, jugando así con colores complementarios.
“ Deseo..equilibrar los seis colores esenciales, rojo-azul-amarillo-anaranjado-lila-verde.”
Hay un claro contraste entre la luminosidad del cielo y la oscuridad del pueblo.
El pueblo es azul como las montañas que Van Gogh pinta al fondo y esto da una sensación de quietud y silencio en la tierra.
“….continuamente estoy en búsqueda del azul.”
Mientras tanto, en el cielo, se produce una revolución de formas y destellos donde la luna destaca en el cielo más amarilla que las estrellas que la rodean.
“Es muy bueno para la conservación de los colores que principalmente las partes luminosas de un cuadro estén sólidamente pintadas.”( 4 de noviembre de 1885)
Ante estas palabras de Van Gogh es necesario destacar el descubrimiento de un equipo científico internacional quien ha descubierto que la luz solar es probablemente la responsable de provocar una reacción química en el amarillo de cromo utilizado por el pintor que provoca su transformación en un marrón apagado.Los resultados se han publicado en un artículo de la Revista “Analytical Chemistry”.
Finalmente, a título anecdótico, es interesante decir que la viuda de Theo no solo se lleva el crédito de llevar a Van Gogh a la fama, si no que también fue propietaria de “La Noche Estrellada” en dos ocasiones. Cuando Van Gogh falleció en 1890, todas sus obras pasaron a pertenecer a su hermano Theo,pero curiosamente, él fallece un año después. Esto llevó el poder de las pinturas a manos de la esposa de Theo, Johanna Gezina van Gogh-Bonger, quién comenzó a manejar la correspondencia y publicidad de cada una de las obras. Fue su gran trabajo el promocionar cada una de ellas,la razón por la que Van Gogh llegó a conocerse de boca en boca.
“La Noche Estrellada” se vendió por primera vez en 1900 al poeta francés Julien Leclerq, quen se lo vendió al artista post-impresionista Ëmile Schuffenecker. Seis años después, Johanna lo compró de vuelta, con la intención de entregarlo a la Galería Oldenzeel, en Rotterdam. Esta mujer, en efecto, tenía una gran habilidad para la administración y mercadotecnia pues sin ella, su cuñado jamás habría sido famoso.
Para aquellos que han podido conocer la obra en persona, todo se lo debemos a una mujer llamada Lillie P. Bliss. Ella fue hija de una comerciante textil que dedicó gran parte de su vida a coleccionar obras de arte moderno provenientes de todo el el mundo. Junto con Mary Quinn Sullivan y Abby Aldrich Rockfeller, contribuyó a fundar el Museo de Arte Moderno en Manhattan. Al fallecer en 1931, su hija ,Lillie, tomó la decisión de donar la gran mayoría de la coleccón al museo durante la gran depresión. En 1941, Lillie le vendió a museo tres obras más, entre las que se encontraba “La Noche Estrellada” De no haber sido por su decisión, quien sabe que sería de tan bella obra.
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