La Golconda de Magritte

                  Soporte:  Óleo sobre  lienzo

                  Período: surrealismo
                   
                  Dimensiones: 81 cm x 100cm (31.9 in x 39.37 in)   

                  Ubicación: Menil Collection  

                  Artista: René Magritte
                 
                  Año:1953

René François Ghislain Magritte nació en la ciudad de Lessines, Bélgica, un 21 de noviembre del año 1898.Su infancia estuvo marcada por la influencia de su madre que intentó suicidarse por tres veces consecutivas, cuando René tenía 13 años. Tras varios días de desaparición de su casa, hallaron muerta a su madre en el río, con la camisa cubriéndole el rostro. Se cree que ello influyó en ciertos cuadros como “Los amantes” aunque él lo negara,

                  

  

                                           

                                                        

Durante su adolescencia comenzó a dedicarse activamente a la pintura. En 1916 comienza a estudiar arte en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, exponiendo sus obras cuatro años más tarde. En 1928 participa en la exposición surrealista en la galería Goemans de París. En 1930 regresa a Bruselas, huyendo del ambiente polémico parisino y allí pasó tranquilo el resto de sus días.

Estuvo casado con Georgette Berger quien además posaría como modelo para alguna de sus obras.

Magritte fue uno de los artistas plásticos y uno de los más fieles exponentes del surrealismo. Sus pinturas, muy creativas y transgresoras, buscaban que el espectador cambiase la percepción y el convencionalismo de las cosas que tenía hasta ese momento. A veces lo consiguió y otras despertó polémica por la ambigüedad que proponían sus obras.

Entre las cuestiones más llamativas de sus pinturas, sin duda, resalta  ese juego entre opuestos que le gustaba presentar en sus creaciones.

Para finales de los años 20, Magritte ya estaba totalmente alineado con el movimiento surrealista parisino que integraban colegas destacados como Dalí, Bretón y Miró entre otros.

Cabe decir que surrealismo surgió como movimiento artístico a comienzos del siglo XX pretendiendo trascender la realidad a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo real. Consiste  en desacreditar la realidad, o nuestro sentimiento de la misma, en suprimir la seguridad, la certeza que tenemos de la realidad cotidiana.

Bien, a pesar de la pertenencia e identificación estética con el grupo anteriormente mencionado, Magritte destacó siempre por mantener su independencia y por hacer prevalecer sus ideales artísticos por encima de cualquier agrupación o moda.

Aportó al surrealismo parisino, el resurgimiento del ilusionismo. A diferencia de Dalí, Magritte no utilizaba la pintura para expresar sus obsesiones privadas o sus fantasías, sino que se expresaba con agudeza, ironía y espíritu de debate.

El realismo mágico, técnica utilizada por Magritte, hace referencia a una invitación a la reflexión a partir de los objetos cotidianos.

El realismo mágico es un género artístico y literario de mediados del siglo XX. El término fue inicialmente utilizado por un crítico de arte, el alemán Franz Roh, para describir una pintura que demostraba una realidad alterada, pero fue usado más tarde por ciertos escritores latinoamericanos.

Se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Su finalidad no es suscitar emociones, sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad que pretende dar verosimilitud a lo fantástico e irreal.

Una vez expuesto esto, ya estamos en disposición de analizar el cuadro.

La ” Golconda” (caída) es una como una lluvia o una elevación, según se mire, llena de hombres con abrigo y bombín, portando paraguas. Bombínes similares a los portados por Magritte, en un entorno urbano también parecido al del pintor en Bruselas. Aunque parezca que los hombres están cayendo, están solo flotando pues no hay ningún indicio de movimiento.

Cabe decir que a partir de los años 50, el pintor se sumergió en la poesía de las escenas alejándose de las teorías sobre las palabras y objetos.

Golconda, se refiere a una ciudad de la India, ahora abandonada, que en el siglo XIII fue conocida por sus minas de diamantes. Este título, un tanto extraño, no fue idea de Magritte, sino del poeta surrealista Louis Scutenaire, que lo visitaba todos los domingos y bautizaba las obras animado por el artista. Como tributo, el artista retrató a su amigo en el hombre en primer plano más cercano a la chimenea de la derecha. A nivel anecdótico, cabe decir que curiosamente Scutenaire murió tras ver un especial en televisión dedicado a su amigo, el 15 de agosto de 1987, el día que se cumplían 20 años de la muerte de la Magritte.
    
Magritte en muchos de sus cuadros nos muestra a gente con chaqueta y bombín, sin cabeza o tapada, dejándonos ver que el hombre ya no tiene identidad, que el capitalismo está haciendo que todo sea una producción en masa y en serie, incluso las personas, perdiendo así la identidad y siendo simples mercancías.

Al igual que en otros cuadros, nos muestra a este hombre capitalista como un trozo de piedra, ya que es igual de frío y duro y pintándolos en lugares absurdos, dándonos a entender que este tipo de hombre  está perdido en el universo.

Aquí Magritte nos muestra una situación surrealista, que es lo humano sumergido en la multitud, donde se disipa la singularidad. A propósito de esta pintura, el pintor belga asegura: “yo considero una maravilla el andar sobre la tierra a través del cielo”. Es lo mismo que deambular por lo pesado y duro a través de la libre levedad propia de todo aquello que vive en el cielo. Estar suspendido en el aire, cerca de las nubes, produce una sensación de  placer, liviandad, descanso…

Magritte, a propósito de su obra, añade también:” He aquí una multitud de hombres, todos diferentes”. Pero yo creo que cuando uno piensa en la multitud no se para en el individuo, en su propia personalidad. Buscan la individualidad y el apartarse del mundo.
Magritte hace visible la imaginación de todos cuando a veces miramos al cielo como una forma de escape y hace presente el deseo de suspenderse en el aire. A cuantos nos ha ocurrido sentarnos o tumbarnos mirando al cielo buscando una especie de liberación interior.

Yo creo que ese “caminar sobre el cielo..” alude a la sensación de placer, pero , al mismo tiempo, ridiculizando al ser humano en su afán de pertenecer intentando ser igual a todo lo que le rodea, perdiendo su identidad. Una lluvia de hombres sin identidad.

Y esto me lleva a reflexionar sobre la identidad, como la definición que uno tiene de sí mismo respecto a otras personas, a la realidad y valores.

Conocer que es la identidad personal saber de qué se trata es fundamental en la vida de una persona, para poder desenvolverse en la sociedad, realizarse como persona, cumplir las metas propuestas por sí mismo y no realizar los sueños de otros que no pudimos cumplir. Es conocerse a uno mismo, saber lo que soy capaz de hacer, de conocer mis debilidades y comenzar a combatir contra ellas. En definitiva, la identidad hace referencia básicamente a la pregunta:” ¿quién soy?”, tanto en el plano individual, social y cultural. Y creo que todo esto que he expuesto es a lo que hace referencia Magritte, en ese mundo carente de identidad, que bien podría ser el nuestro.

 Volviendo al cuadro, su técnica de pintura realista, casi como una fotografía, provoca el efecto de que lo que estamos viendo puede ser posible, sobrepasando la realidad y no  marcando un efecto de distanciamiento entre lo real y lo imaginario.

Magritte afirma que:” sus obras son solo imágenes que no ocultan, si no que evocan misterio”. Y no significan nada porque el misterio tampoco significa nada.

Para finalizar, me vino a la mente el maravilloso libro de Milan Kundera :”La insoportable levedad del ser”. Os dejo a continuación su reflexión:

“ Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real solo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.

¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad? Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad?”

 Ahí os dejo esa reflexión. Un cuadro que aparentemente nos deja fríos y que contiene una auténtica filosofía de vida.

Abusando quizá del humor podría encajar muy bien la canción:”It’s raining men”. Hasta la próxima.