El guitarrista ciego
1903
Óleo sobre tabla
121 x 92 cm
Chicago, The Art Institute
Pablo Picasso
Estilo: protocubista
Óleo sobre tabla
121 x 92 cm
Chicago, The Art Institute
Pablo Picasso
Estilo: protocubista
Para poder disfrutar y analizar este cuadro, antes es necesario adentrarnos en la que fue su “Epoca azul”, la cual transcurrió entre 1901 y 1904.
El desencadenante de esta etapa fue un suceso amargo: la muerte de su mejor amigo. llamado Carlos Casagemas a quien conoció en la taberna “Els quatre gats” de Barcelona. Los dos tenían 18 años, querían ser pintores y se hicieron muy amigos. Compartieron estudio y las ya conocidas visitas a los burdeles de la ciudad.
Ambos viajaron a París para visitar una Exposición, donde Picasso expuso su pintura: “Últimos momentos”. Se instalaron en un estudio donde pocos días después se les unió Manuel Pallarés, compañero de estudios de Picasso. Los tres pintores se hicieron amigos de tres modelos francesas que solían posar para los expatriados españoles. Las tres modelos se instalaron en el estudio con ellos. Casagemas se enamoró locamente de Germaine, una de las modelos francesas y le pidió matrimonio pero ella se negó. Casagemas no era un buen partido: alcohólico, enganchado a la morfina y físicamente, todo hay que decirlo, no era nada atractivo. Además, Germaine mostraba predilección por Picasso y él por élla.
Esta negativa de Germaine dejó a Casagemas sumido en una profunda depresión. En Navidad, Picasso llevó a Casagemas con él a Málaga con la esperanza de que olvidara a Germaine y posteriormente a Barcelona. Sin embargo, el plan no funcionó. Casagemas escribía a Germaine a diario. Volvieron a París y allí Casagemas invitó a sus amigos a una cena de despedida en el “Hippodrome Café”. Estando allí reunidos, se puso de pie en disposición de dar un discurso. Entonces, sacó su pistola , apuntó a Germaine y disparó, pero no acertó. Como Germaine permanecía en el suelo inmóvil y aterrorizada, Casagemas creyó que estaba muerta y se pegó un tiro en la sien falleciendo en el acto.
Este trágico hecho supuso el inicio depresivo de su vida entrando de lleno en la llamada “Etapa azul! El mismo Picasso lo admitió años después:”fue pensar en la muerte de Casagemas lo que me hizo empezar a pintar en azul”.
La tristeza por la muerte de su amigo, pero sobre todo un sentimiento de cierta culpabilidad le originaron esta etapa depresiva de su vida llamada así básicamente porque en toda su producción artística el color básico era el azul, aunque de año en año sus cuadros se hicieron más monocromos.
La etapa azul, se puede considerar el primer período artístico netamente personal que a pesar de haberla iniciado en Francia, se desarrolló básicamente en Cataluña.
En esta etapa podemos observar como sus pinturas reflejan la desesperación, soledad y tragedia de todos sus personajes. Los colores son fríos y melancólicos. Muestran la compasión de Picasso por las personas pobres y destituidas, pintando escenas de los bajos fondos de la bohemia parisina.
El primer cuadro con el comenzó esta etapa fue: “Evocación” ( El entierro de Casagemas”.) Otra maravillosa obra para analizar más adelante.
También,en esta etapa distorsiona la figura humana con imaginación para representar el decaimiento moral y físico de sus personajes. También dibujó miembros y dedos alargados y pintó cuerpos huesudos. Un estilo de pintura similar al estilo del El Greco que Picasso había visto en Madrid y Toledo. Utiliza más la línea para resaltar el trazo de la figura.
A continuación pasaremos a analizar el cuadro de “El viejo guitarrista”.
A simple vista vemos un mendigo con ropa desgarrada sosteniendo una guitarra, la cual, apenas consigue hacer sonar en una acera de Barcelona. La monocromía azul invade totalmente toda la composición a excepción de la guitarra, a la cual se le da una tonalidad marrón.
Tanto física como simbólicamente, el instrumento llena el espacio que el delgado cuerpo deja vacío. La guitarra es probablemente el único medio que el pobre mendigo tiene para sobrevivir al hambre. Al igual que en “ Viejo ciego niño”, conservado en el museo Pushkin, aquí al pobre guitarrista no se le deja en completa soledad y sin ninguna esperanza.
Más que sostener la guitarra, da la impresión de que se aferra a ella, que su vida pende del instrumento, todo ello rodeado de una atmósfera de tristeza, desolación y profunda soledad. La guitarra también sirve como un elemento de contraste ya que las líneas curvas de la guitarra se diferencian mucho del cuerpo anguloso y huesudo del mendigo.
Si en el lienzo del Pushkin hay un muchacho que ayuda al viejo hebreo a procurarse el sustento, en el “Viejo guitarrista” es el instrumento musical el que ejerce esta función de ayuda y consuelo.
Se subraya además el papel fundamental que los instrumentos musicales desempeñarán en la iconografía persona de Picasso. Si aquí, la forma redonda y panzuda de la guitarra contrasta con el cuerpo seco y anguloso del mendigo, en el futuro los instrumentos de cuerda simbolizarán las formas redondeadas y mórbidas de la mujer.
Se puede observar como se ha aplicado a la figura del mendigo la deformación manierista del alargamiento desproporcionado de los cuerpos.
Es un hombre frágil y mayor, con solo una prenda rasgada y sucia cubriendo su cuerpo. Su único patrimonio es la música.
Aquí Picasso se aproxima al ambiente poético ofreciéndonos una visión melancólica de la realidad muy distinta del enfoque intelectual y conceptual que Picasso desarrollaría con el cubismo.
El mundo de los sentidos apasiona a Picasso. En este cuadro trata el tema de la ceguera, muy usado que aparece también en obras como “La Celestina” y “La comida del ciego”. Hace así alusión a la intensidad de los otros sentidos, como el tacto y el oído para tocar la guitarra. El hecho es que Picasso estuvo siempre muy obsesionado con la ceguera. Se cree que también influyera en ello el miedo a perder la vista ya que como pintor era uno de sus temores y el hecho de que su padre, también pintor, comenzara a tener problemas de vista, reflejaba en él un futuro problema y angustia constante.
Desde mi punto de vista, esta pintura nos invita al recogimiento y sabiduría, honestidad, un trabajo arduo, la lucha contra la discapacidad de la ceguera, la pobreza, pero también desprende un halo de humildad infinita.
A continuación pasaremos a analizar el cuadro de “El viejo guitarrista”.
A simple vista vemos un mendigo con ropa desgarrada sosteniendo una guitarra, la cual, apenas consigue hacer sonar en una acera de Barcelona. La monocromía azul invade totalmente toda la composición a excepción de la guitarra, a la cual se le da una tonalidad marrón.
Tanto física como simbólicamente, el instrumento llena el espacio que el delgado cuerpo deja vacío. La guitarra es probablemente el único medio que el pobre mendigo tiene para sobrevivir al hambre. Al igual que en “ Viejo ciego niño”, conservado en el museo Pushkin, aquí al pobre guitarrista no se le deja en completa soledad y sin ninguna esperanza.
Más que sostener la guitarra, da la impresión de que se aferra a ella, que su vida pende del instrumento, todo ello rodeado de una atmósfera de tristeza, desolación y profunda soledad. La guitarra también sirve como un elemento de contraste ya que las líneas curvas de la guitarra se diferencian mucho del cuerpo anguloso y huesudo del mendigo.
Si en el lienzo del Pushkin hay un muchacho que ayuda al viejo hebreo a procurarse el sustento, en el “Viejo guitarrista” es el instrumento musical el que ejerce esta función de ayuda y consuelo.
Se subraya además el papel fundamental que los instrumentos musicales desempeñarán en la iconografía persona de Picasso. Si aquí, la forma redonda y panzuda de la guitarra contrasta con el cuerpo seco y anguloso del mendigo, en el futuro los instrumentos de cuerda simbolizarán las formas redondeadas y mórbidas de la mujer.
Se puede observar como se ha aplicado a la figura del mendigo la deformación manierista del alargamiento desproporcionado de los cuerpos.
Es un hombre frágil y mayor, con solo una prenda rasgada y sucia cubriendo su cuerpo. Su único patrimonio es la música.
Aquí Picasso se aproxima al ambiente poético ofreciéndonos una visión melancólica de la realidad muy distinta del enfoque intelectual y conceptual que Picasso desarrollaría con el cubismo.
El mundo de los sentidos apasiona a Picasso. En este cuadro trata el tema de la ceguera, muy usado que aparece también en obras como “La Celestina” y “La comida del ciego”. Hace así alusión a la intensidad de los otros sentidos, como el tacto y el oído para tocar la guitarra. El hecho es que Picasso estuvo siempre muy obsesionado con la ceguera. Se cree que también influyera en ello el miedo a perder la vista ya que como pintor era uno de sus temores y el hecho de que su padre, también pintor, comenzara a tener problemas de vista, reflejaba en él un futuro problema y angustia constante.
Desde mi punto de vista, esta pintura nos invita al recogimiento y sabiduría, honestidad, un trabajo arduo, la lucha contra la discapacidad de la ceguera, la pobreza, pero también desprende un halo de humildad infinita.
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